viernes, 22 de junio de 2018

Reflexión de una mujer que ha perdido a un Hijo.



Mi hijo murió:Y el mundo entero cayó en mil pedazosPor ese corazón que dejaba de latir
Por esas ilusiones que cortadas en retazos
Astillaban en segundos todo mi existir.

Mi hijo murió:
Y el sol se escondió en un instante
Dando paso a la temible oscuridad
Y ese lúgubre paisaje, tan horrible y sofocante
Alejó a toda prisa, mi felicidad.

Mi hijo murió:
Y arqueaba mi espalda el peso de la pena,
De manera tal que no podía caminar
Y sentía el dolor corriendo por mis venas
Como agua que brotaba de un inmenso manantial.

Mi hijo murió:
Y me quedé tan desolada y sintiéndome vacía,
Sin la capacidad siquiera de entender
¿Cómo el ciclo de la vida se rompía?
¿Cómo un hijo muere a poco de nacer?

Mi hijo murió:
Y una gran parte de mí con él moría,
Aferrada se iba en ese blanco cajón
Desde ese día, yo ya no soy la misma
La muerte de mi niño, de seguro me cambió.

Mi hijo murió:
Y aunque costó logré pararme nuevamente,
Logré maternarlo a través del amor,
Y es que el amor es inmune a la muerte,
Mi hijo murió, pero vive en mi interior.

Mi hijo murió:
Y abandonó su cuerpo con sumo cuidado
Dejando conmigo su alma viajera
Y así es como mi niño está en todos lados
Su alma es ahora mi eterna compañera.

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