TE PRESTO A UN HIJO...
Y el señor dijo: Te prestaré un hijo mio. Para que lo ames mientras viva. Podrá ser un mes, seis meses, siete años, diez, treinta años o más tiempo, hasta que lo llame. ¿Podrás cuidarlo? Quiero que aprenda a vivir, he buscado un maestro y te elegido a ti... ¿Le enseñaras?
No te ofrezco que se quedara contigo, solo te lo presto, por un tiempo. Por que lo que va a la tierra, a mi regresa. Él te dará ternura, alegría y todo el amor de su juventud. Y el día que lo llame, tu no lloraras, ni me odiaras por regresarlo conmigo. Su ausencia corporal quedara compensada, con los muchos y muy agradables recuerdos, y con ello tu luto será mas llevadero y habrás de decir con agradecida humildad. Hágase, Señor, Tu Voluntad y no la mía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario